Las mujeres aman la ciudad en general, y las madrileñas la suya en particular. Esta es una de las principales conclusiones del estudio #womenandcities realizado por IPSOS a petición de Lafarge. Más de 3.000 personas han sido encuestadas en Cracovia, Varsovia, Marsella, París y Madrid para la realización de este estudio, que tiene como fin conocer el lugar y la posición de la mujer en la ciudad.
El Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) ha sido el lugar escogido para su presentación iniciada por Laura Villaescusa, directora de comunicación de Lafarge España, quien esbozó los principales resultados del informe y el posterior debate de la mano de Manuel Leira como moderador; Laura Baena, fundadora del club malas madres; Carlos Hernández, sociólogo; Estefanía Alcarazo, arquitecta de Lafarge España, y Aurora Adalid, arquitecta.
De este informe se deriva un apunte esencial pues las opiniones de hombres y mujeres son bastante similares algo que, según apunta Carlos Hernández, es un claro indicativo de igualdad pues “es positivo que haya pocas diferencias entre la opinión de hombres y mujeres sobre la ciudad”.
Además #womenandcities pone de manifiesto que la ciudad es el lugar donde las mujeres se sienten más libres, el 83% lo corrobora, y la vida es más propicia para su desarrollo como individuo, ya que proporciona mayores oportunidades laborales, frente a la vida en un entorno rural.
“Las ciudades podrían adaptarse mejor a nosotras si se nos tuviese más en cuenta a la hora de participar en su diseño”, explica Laura Villaescusa, una afirmación que está respaldada por el 63% de las madrileñas encuestadas y también se ve reflejada en ensayos y experiencias como los de Dolores Hayden, Franziska Ullman, UN Habitat o Punt6.
“Hasta que no me lancé a descubrir la ciudad con un carrito no me di cuenta de lo mal que está hecha la ciudad para la mujer”, señala Laura Baena. De hecho uno de los puntos destacados del debate fue el mejorar la accesibilidad de las ciudades para que se adapte a todos los colectivos.
#Womenandcities también saca a la luz un hecho curioso, y hasta un tanto contradictorio, y es que las ciudades preferidas por el 79% de las madrileñas son aquellas que disponen de pequeños centros distribuidos por distintas zonas y sin embargo, tal como afirma Estefanía Alcarazo “todas acabamos viniendo al centro”, además añade que una de las cosas que le falta a Madrid son zonas verdes en las que disfrutar.
Si hay algo en lo que destacan las madrileñas, frente al resto de las europeas, es en la consideración del ocio como motivo principal para amar su propia ciudad, pues el 75% de ellas consideran Madrid como la ciudad del ocio, un ocio que en muchas ocasiones es traducido en bares, algo que Manuel Leira cataloga como “una verdadera virtud sin explotar”.
Ahora bien, a los días de las madrileñas les faltan horas, concretamente 3 horas y 14 minutos, y parte de este tiempo es el que invierten en sus desplazamientos diarios por la ciudad, que ronda la hora y media.
“Si hay algo que realmente falta en mi ciudad es tiempo para disfrutarla”, explica Estefanía Alcarazo.
En definitiva este estudio muestra que en general las mujeres de Madrid están contentas con su ciudad pero que aún queda bastante camino por recorrer para crear un lugar idóneo para las mujeres.
“Madrid necesita ser escuchada, no la conocemos lo suficiente”, concluye Aurora Adalid.
Puedes repasar todos los datos del estudio “Women and cities” para la ciudad de Madrid en la siguiente infografía.
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