La mayoría de los edificios que hoy en día podemos encontrar tanto en grandes ciudades como en pequeñas poblaciones rurales no suelen destacar por su estructura exótica ni la utilización de materiales de construcción no convencionales. Sin embargo, a lo largo de la historia de la construcción ha habido corrientes arquitectónicas tan extraordinarias que aún hoy las percibimos como obras de arte; estructuras que salen de lo funcional para servir, además, a la estética.
Ya sea por los materiales o por los juegos de figuras, muchas son las construcciones que nos hacen parpadear más de una vez. Un ejemplo lo encontramos en lo que se conoce como “viviendas contenedor”. Desde hace algunos años, la arquitectura con contenedores marítimos está en alza debido al bajo coste que supone y a la rapidez de la obra. Los transgresores arquitectos que deciden aventurarse a esta nueva moda combinan el hormigón y el cemento con el acero y la madera como formas alternativas de construcción.
Este tipo de edificaciones se pueden encontrar repartidas a lo largo de todo el globo, aunque cabe destacar su creciente presencia en países del norte de Europa.
Otra de las obras arquitectónicas más curiosas se puede encontrar en los Países Bajos y se trata de la casa más estrecha de Europa. Ámsterdam es ciudad de exquisita arquitectura clásica, con edificios construidos a base de madera, cemento y ladrillo. Aunque en este caso la vivienda no destaca la utilización de materiales innovadores como puede ser el caso de las viviendas contenedor, merece la pena mencionarla por la audacia del arquitecto que la construyó.
Durante el siglo XVIII, Ámsterdam se transformó en un núcleo urbano de gran relevancia, lo que ocasionó que los precios del suelo aumentaran y muchos ciudadanos no pudieran permitirse construir nuevas viviendas en la metrópoli. Por ello, muchos ciudadanos decidieron construir sus casas a lo alto en vez de a lo ancho. Esta vivienda, situada en el número 22 de la calle OudeHoogstraat es el caso más extremo, ya que cuenta con tan sólo 2 metros de ancho y 5 de profundidad convirtiéndose así, en la casa más estrecha tanto de los Países Bajos como de Europa.
En esta selección no podían faltar las casas-árbol. Con casi total seguridad, si pensamos en una casa árbol, nuestra mente nos lleve a las películas y series americanas en las que padres e hijos construyen sus casas-árbol para jugar en los terrenos aledaños. Sin embargo, este tipo de construcción no se limita a la ficción, ya que muchos hoteleros han utilizado este tipo de construcción como reclamo turístico e incluso se han llegado a construir verdaderas mansiones de uso personal. Un ejemplo de ello es el caso de Horace Burgess, un norteamericano que durante los años 90 compró un terreno en Tennessee (EEUU) -que contaba con un roble de 25 metros de altura- a partir del cual, y apoyándose en un conjunto de árboles que rodeaban al roble, construyó una gran mansión de madera. Sin embargo, en la actualidad se encuentra inhabitada por el alto riesgo de incendio que supone.
Para muchos, las convencionales viviendas no se ajustan a su estilo de vida. Algunas personas pasan más tiempo viajando que en un lugar concreto y por ese motivo deciden convertir su medio de transporte en su vivienda. Esta tendencia de convertir un medio de transporte en “casas sobre ruedas” se extiende cada vez más por todo el viejo continente. Un ejemplo reciente y real es el de una pareja alemana que, buscando la aventura, decidieron abordar el proyecto de convertir un autobús escolar en una vivienda habitable y funcional.
Por último, merece la pena destacar otra de las tendencias en el sector de la construcción actual, la de las viviendas compactas. Se trata de apartamentos prefabricados en los que arquitectura y diseño van unidos de la mano. La particularidad de estas viviendas es que aprovechan al máximo el espacio disponible, que es bastante limitado, utilizando muebles especialmente diseñados para estos módulos que en la mayoría de las veces están construidos para ser autosuficientes. Además, ofrecen la ventaja de ser transportables, algo simplemente impensable en el modelo de arquitectura tradicional.
Estas son algunas formas alternativas de construcción que se caracterizan por su innovación bien por dejar de lado los materiales tradicionales de construcción como el cemento o el hormigón en el caso de las casas contenedor, las viviendas sobre ruedas o las casas-árbol, o bien por buscar formas alternativas de construcción para adaptarse a las características del entorno como en el caso de las viviendas compactas o las casas estrechas de Ámsterdam.
Proyecto “Next Generation” reconocido en los LafargeHolcim Awards como solución a la acumulación de sedimentos en el Delta del Ebro (Tarragona)
Proyecto “Next Generation” reconocido en los LafargeHolcim Awards como solución a la acumulación de sedimentos en el Delta del Ebro (Tarragona)
El hormigón y sus propiedades más desconocidas